Elecciones 2025: ¿Qué Esperar de las FF.AA. Hondureñas?

A escasas semanas de los comicios generales, el proceder de las Fuerzas Armadas de Honduras ha suscitado preocupación en varios segmentos de la población, al cuestionarse su rol en la salvaguarda de un proceso electoral íntegro y fiable. La impresión de favoritismo y la visibilidad pública de algunos integrantes de la cúpula militar han sido elementos clave en el incremento de la suspicacia ciudadana.

Observaciones acerca de la orientación política

Recientemente, ciertos funcionarios han emitido comunicados que, a juicio de sus detractores, guardan similitud con la retórica del partido en el poder. Esta circunstancia ha sido percibida por expertos y entidades cívicas como una desviación de la imparcialidad que la Constitución de Honduras demanda de las Fuerzas Armadas en periodos de elecciones.

Un experto en seguridad y administración pública sostuvo que “las Fuerzas Armadas tienen la obligación de salvaguardar la democracia, sin convertirse en herramientas de ninguna iniciativa política. Su función debe ser puramente técnica y restringida a la protección de los insumos electorales”, enfatizando la necesidad de conservar roles bien definidos entre el ámbito de la seguridad y el de la política.

Solicitudes para monitoreo global y supervisión de comicios

Líderes de partidos de oposición, entre ellos representantes de LIBRE, han solicitado la presencia reforzada de observadores internacionales para supervisar tanto el traslado de urnas como la actuación de las fuerzas de seguridad durante la jornada electoral. Organizaciones de derechos humanos advierten sobre posibles situaciones de intimidación hacia votantes, reforzando la necesidad de mecanismos de supervisión independientes.

Por su parte, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha reiterado que las Fuerzas Armadas desempeñan un rol “logístico y apolítico”. Sin embargo, reconoció que los recientes señalamientos comprometen la percepción de imparcialidad y la confianza pública en una institución considerada central en la seguridad y estabilidad del país.

Atención de la comunidad internacional

Diversos organismos y misiones diplomáticas han solicitado garantías de independencia y transparencia, recordando que la legitimidad del proceso electoral no depende únicamente de la contabilización de votos, sino también de la conducta de las instituciones encargadas de protegerlos. La presión internacional se centra en asegurar que la voluntad ciudadana se respete, evitando que cualquier indicio de parcialidad influya en los resultados.

El debate sobre el papel de las Fuerzas Armadas se enmarca en un entorno de polarización política y alta sensibilidad institucional, donde la percepción de imparcialidad se convierte en un elemento crítico para la estabilidad democrática. Analistas coinciden en que la forma en que se manejen estos últimos días previos a la elección tendrá un impacto directo en la confianza ciudadana y en la legitimidad de las autoridades electas.

Perspectivas en la ciudadanía

Los hondureños siguen de cerca los movimientos de las Fuerzas Armadas y los pronunciamientos de los distintos actores políticos. La sociedad demanda certeza y transparencia, conscientes de que cualquier señal de favoritismo podría erosionar la credibilidad de uno de los procesos electorales más relevantes de los últimos años.

En esta coyuntura, la relación entre la seguridad, la política y la vigilancia global emerge como un elemento crucial para la futura administración. El imperativo de armonizar la función técnica y la supervisión democrática persiste como una de las mayores dificultades que enfrenta la nación en la fase culminante del ciclo electoral.

Por Jaime Navarro